Zanjas filtrantes
“Distribuir las aguas tratadas de una fosa séptica con filtro biológico”
El método más extendido y efectivo de disponer los efluyentes de una fosa séptica con filtro biológico es su distribución mediante zanjas y pozos filtrantes. El suelo existente se utiliza como sistema depurador y como medio dispersor por infiltración del agua en el fondo de la zanja y lateralmente. La evacuación del agua se efectúa por infiltración en el subsuelo.
Las aguas procedentes del tratamiento biológico se descargan en una arqueta previa a la red de zanjas, una arqueta de reparto de reparto, que permita la correcta alimentación de las zanjas dispuestas sobre el terreno.
Las zanjas filtrantes son zanjas excavadas en el terreno de poca profundidad (inferior a un metro) y estrechas (0,45 – 0,90 m) colocadas sobre un lecho de arena sobre el que se coloca una línea de tubos perforados como sistema de distribución. Después se rellena de grava de diferente granulometría. Debe tener una pendiente promedio 1-3% para permitir el desplazamiento del líquido y una separación entre zanjas aproximadamente de 1,5-2,0 metros.
Se debe garantizar una distancia mínima de 3 metros a cualquier árbol o cerramiento, y de 35 metros a pozos de agua.