Tanque Imhoff: historia y principio de funcionamiento
“Hoy os contamos algo sobre la historia y el principio de funcionamiento del tanque Imhoff, desarrollado a principios del siglo XX y adaptado para su uso en la actualidad”.
El tanque Imhoff, ampliamente utilizado en la actualidad, toma su nombre del profesor alemán y doctor en ingeniería Karl Imhoff. La tecnología fue desarrollada en el distrito de Emscher (Alemania) y patentada en 1906 por el Dr. Imhoff.
La primera planta se puso en funcionamiento dos años después. Durante la Segunda Guerra Mundial Karl Imhoff diseñó el concepto de una planta agrícola de biogás para compensar la falta de combustible.
El desarrollo del tanque de Imhoff a lo largo de los años 1930 y 1940 fue debido a los problemas asociados con los lodos en los tanques primarios y el uso de tanques sépticos «regulares”, a lo que hay que añadir los olores generados durante la digestión.
La principal ventaja de este tipo de tanque sobre el tanque séptico es que los lodos se separan del efluente, lo que permite una sedimentación y una digestión más completa. Cuando trabajan correctamente, estos sistemas son capaces de eliminar entre el 30 y 60 por ciento de la materia en suspensión, y entre el 25 y 40 por ciento de la DBO.
El Tanque Imhoff consiste en una sección superior (cámara de sedimentación) y una sección inferior (cámara de digestión). Después de los procesos de pretratamiento, el agua entra en la cámara 2, los sólidos se asientan en la cámara de sedimentación superior y descienden lentamente por un tabique inclinado 3 que finaliza en una pequeña sección abierta 4, a través de la cual pasa las materias decantadas a la cámara de digestión 5. Allí se acumulan y se digieren lentamente.
Gracias a su diseño, se impide que el gas y la escoria entren en la cámara de sedimentación debido a las ranuras estrechas que impiden que las partículas de gas y lodo entren en la cámara de sedimentación.
En la cámara de digestión 5 se producen reacciones anaerobias, es decir sin la intervención del oxígeno. Los fangos se depositan en la parte baja de ésta cámara, donde permanecen hasta ser retirados periódicamente para su posterior tratamiento y secado. El agua sale a través de las salidas d y pasan al siguiente del tratamiento.
El tanque de Imhoff se utilizó en pequeñas y grandes instalaciones de tratamiento de aguas residuales a principios y mediados de 1900. La desaparición del Tanque Imhoff como elemento único de depuración se debió a los elevados costes de construcción y a la imposibilidad de cumplir con los requisitos de rendimiento actuales. Los procesos de tratamiento combinados en un solo recipiente no podrían competir con los métodos actuales, más intensivos con procesos de tratamiento individuales.
Desde una perspectiva de proceso, se experimentaron dificultades operacionales como resultado de una digestión de lodos incompleta, formación de biogás y natas, y formación excesiva de escoria.
Sus principales ventajas son las siguientes:
- Requiere poco de espacio.
- Es simple, ya que no tiene partes móviles.
- Requiere poco tiempo de operación (la remoción de lodos es periódica).
Actualmente, los tanques Imhoff se utilizan como clarificadores primarios para pequeñas poblaciones (menos de 1.000 habitantes equivalentes). Tras el tanque Imhoff, el agua residual se canaliza a un tratamiento bioógico secundario para continuar la depuración del agua.
IMHOFFS LAW: “The organization of any bureaucracy is very much like a septic tank— the really big chunks always rise to the top.”